Instructores: Maga (perdón por si no lo escribo bien)
Cardete
Participantes: Cristina Serna
Sergi Menal.
Ana Pastor.(@anapastor___).
Imma Ojer (@immaojer).
.
Y llegamos al 3er bautizo, el último de esta edición, la del 2018. Me parece que nunca había estado tan pendiente del pronostico del tiempo como durante toda esta semana. Tuvimos varios episodios de lluvia esa semana, incluso el día de antes, el sábado, llovió. Y me fui a dormir cruzando los dedos .
Me despierto el domingo, me levanto de la cama y lo primero que hago es mirar por la ventana; "no llueve, algo es algo", pienso. Cargo el coche y pongo destino a Tossa, a bucear!!!. Cojo la AP-7, y cuando estoy a la altura de Sant Celoni empieza a llover, bueno, mas que llover diluviaba. Limpiaparabrisas a toda velocidad y a 50 Km/h por la autopista y sin ver un pimiento. "Mierda, hoy no buceamos!", pensé, y "oh, milagro, deja de llover". Miro al horizonte, dirección Tossa, y aunque habían nubes, confiaba que mejoraría. A medida que me acercaba a Tossa, el cielo se iba abriendo, dejando pasar algún tímido rayo de Sol. Como llego con tiempo, me voy al restaurante gallego que hay cerca del centro (siempre voy ahí a tomar el cortado antes de ir a bucear). Al poco de estar allí, aparece Imma, y poco después Sergi acompañado de su mujer. Mencionar que no fue casualidad de que nos encontráramos allí, sino que el día de antes les comenté que yo estaría por allí y que si querían podíamos tomar el primer café de la mañana juntos, y cuando fue la hora, nos fuimos al centro para ser puntuales y estar allí a las 09:00 h.
Pero si el día no había empezado muy bien, parecía que se torcía un poco. Justo por delante nuestro pasaba una carrera atlética, y la policía no nos dejaba pasar hasta que no hubiera pasado el último corredor, "mierda, ahora si que llegamos tarde!". Como ya no estaba en mis manos llegar a tiempo, llamo al centro y les digo que estamos atrapados, que estaba con dos participantes y que los otros dos estarían al llegar, "ningún problema" me dicen, ya se lo han imaginado cuando a las 09:00 no estábamos ahí. Por fin nos da paso la policía, pero por donde he de ir no me dejan, he de buscar un camino alternativo. Y por fin llegamos!!!
Pero nooo, no acaba aquí mi aventura, cuando hacemos las presentaciones y los dejo en manos de Montse, que es la encargada del centro, y quien les da unos formularios para rellenar, como es el seguro de buceo, Imma me dice que se ha dejado el bañador en su coche, al lado del hotel donde pasó la noche, que en principio estaba cerca de donde tomamos el café antes de ir al centro de buceo, y nos dirigimos hacia allí en mi coche. Pero claro, una de las cosas que podemos tener los afectados de esclerosis es el problema de memoria o con la concentración. Pues si! tocó dar unas cuantas vueltas en busca del coche de Imma. Y por fin, MILAGRO!!! apareció el coche. Ya con el bañador, nos dirigimos hacia el centro para empezar con la actividad.
Como en los otros bautizos, la sesión empezó con un briefing sobre lo que deberían saber antes y durante la estancia dentro del agua. A los participantes se les explicó en que consistía el equipo que esa mañana utilizarían (jacket, regulador, botella de aire, ...), también les explicaron como vaciar la máscara en caso de que les entrara agua y no tener que subir a superficie. Se les enseñaron las señales para comunicarse debajo del agua sin poder poder hablar, aquí Cristina lo pasaría mal ya que no le gusta nada hablar 😉😋 (modo ironía). Y llegó el momento de vestirse con ese traje que tanto estiliza nuestra figura. Cargamos la furgoneta, nos cargamos a nosotros mismos y nos dirigimos hacia la playa.
Cuando íbamos por el Paseo de Tossa dirección a la Mar Menuda, lugar donde haríamos el bautizo, lo que veíamos no nos hacia tener buenos augurios... el estado del mar se veía un poco revuelto y el cielo amenazaba lluvia. Llegamos al aparcamiento, bajamos los equipos y empezamos a prepararnos. Los que podían cargar con su equipo se lo colocaron, menos uno/a que no podía con el peso entre varios se lo llevaron a la playa. La cosa se complicaba, el estado del mar no era el mas idóneo para gente como nosotros, con nuestra "peculiaridad" y algunos, como yo, con problemas de equilibrio, por lo que ese estado del mar no nos ayudaba en nada a la hora de entrar en el agua. Y en esas empezó a llover y agitarse un poco mas el mar, parecía que Poseidón no nos recibía con muchas ganas. Los instructores barajaron varias opciones desde hacer los bautizos de dos en dos, en vez de todos juntos, o esperar un tiempo prudencial por si "mejoraba" el tiempo, pero al final decidieron que no, que lo mejor era suspender la actividad ya que habíamos ido allí a disfrutar y no a pasarlo mal, y tal y como estaba el tiempo había mas posibilidades de que sucediera la segunda opción, por lo que, muy a nuestro penar y entendiéndolo perfectamente, asumimos la decisión y, una vez recogido todo, nos dirigimos de regreso al centro, donde después de una buena ducha caliente y una vez cambiados, agradecimos al centro su predisposición por implicarse en este proyecto y nos despedimos con un "hasta el año que viene!".
Después de esto, nos dirigimos al mismo local donde nos encontramos por la mañana, y allí, junto a los familiares que habían venido, aprovechamos para conocernos un poco e intercambiar experiencias, vivencias y sensaciones sobre lo que tenemos en común, la ESCLEROSIS MÚLTIPLE.
Nos vemos el próximo año!!! 👋👋👋
GALERÍA DE IMÁGENES
Como en los otros bautizos, la sesión empezó con un briefing sobre lo que deberían saber antes y durante la estancia dentro del agua. A los participantes se les explicó en que consistía el equipo que esa mañana utilizarían (jacket, regulador, botella de aire, ...), también les explicaron como vaciar la máscara en caso de que les entrara agua y no tener que subir a superficie. Se les enseñaron las señales para comunicarse debajo del agua sin poder poder hablar, aquí Cristina lo pasaría mal ya que no le gusta nada hablar 😉😋 (modo ironía). Y llegó el momento de vestirse con ese traje que tanto estiliza nuestra figura. Cargamos la furgoneta, nos cargamos a nosotros mismos y nos dirigimos hacia la playa.
Cuando íbamos por el Paseo de Tossa dirección a la Mar Menuda, lugar donde haríamos el bautizo, lo que veíamos no nos hacia tener buenos augurios... el estado del mar se veía un poco revuelto y el cielo amenazaba lluvia. Llegamos al aparcamiento, bajamos los equipos y empezamos a prepararnos. Los que podían cargar con su equipo se lo colocaron, menos uno/a que no podía con el peso entre varios se lo llevaron a la playa. La cosa se complicaba, el estado del mar no era el mas idóneo para gente como nosotros, con nuestra "peculiaridad" y algunos, como yo, con problemas de equilibrio, por lo que ese estado del mar no nos ayudaba en nada a la hora de entrar en el agua. Y en esas empezó a llover y agitarse un poco mas el mar, parecía que Poseidón no nos recibía con muchas ganas. Los instructores barajaron varias opciones desde hacer los bautizos de dos en dos, en vez de todos juntos, o esperar un tiempo prudencial por si "mejoraba" el tiempo, pero al final decidieron que no, que lo mejor era suspender la actividad ya que habíamos ido allí a disfrutar y no a pasarlo mal, y tal y como estaba el tiempo había mas posibilidades de que sucediera la segunda opción, por lo que, muy a nuestro penar y entendiéndolo perfectamente, asumimos la decisión y, una vez recogido todo, nos dirigimos de regreso al centro, donde después de una buena ducha caliente y una vez cambiados, agradecimos al centro su predisposición por implicarse en este proyecto y nos despedimos con un "hasta el año que viene!".
Después de esto, nos dirigimos al mismo local donde nos encontramos por la mañana, y allí, junto a los familiares que habían venido, aprovechamos para conocernos un poco e intercambiar experiencias, vivencias y sensaciones sobre lo que tenemos en común, la ESCLEROSIS MÚLTIPLE.
Nos vemos el próximo año!!! 👋👋👋
