viernes, 19 de octubre de 2018

Bautizo en Palamós 29.09.2018

Centro: Dive Center Palamós
Instructores: Fede.
                       Àlex.
                       Santi.
Participantes: Míquel Sánchez.
                        Natalia Gómez.
                        Verónica Lorente.

El día no empezaba muy bien. Aproximadamente una hora antes de la hora de concentración, me llamó Lluís (nombre fictício para preservar su identidad), para decirme que al final no podría venir, estaba en urgencias del hospital. Durante toda la semana habíamos estado manteniendo contactos ya que me comentó que la semana anterior hizo un brote y había hecho tratamiento con corticoides y esperaba que para el día del bautizo estar en "condiciones" mínimas para poder hacer la actividad, pero no solo no mejoró sino que fue a peor 😔. Desde aquí nuestro deseo de qué tenga una pronta recuperación y decirle que, si el año que viene quiere realizar el bautizo será el primero de la lista.

Bien, vayamos a cosas mas "agradables". Como los otros tres participantes son personas cumplidoras, antes del inicio de la actividad ya estaban en donde les indiqué para quedar, por lo que aprovechamos para conocernos un poco, como mínimo nos pudimos presentar. A la hora en punto nos dirigimos al centro y nos acomodaron en el aula donde nos impartirían la teoría que debían conocer nuestros intrépidos voluntarios.

Empecé dando las gracias a Fede, como responsable del centro por su predisposición a colaborar conmigo en la iniciativa de acercar el medio acuático a afectados por la E.M., y a nuestros participantes por su presencia. Acto seguido, Fede tomó la palabra agradeciendo que pensara en Dive Center Palamós para este proyecto y nos presentó a Santi y Álex como los guias que nos acompañarian en el agua, ya que él se encargaría de la teórica. Nos explicó el porque duelen los oídos cuando vamos bajando dentro del agua y que maniobra realizar para evitar esta dolencia. Nos enseñó a vaciar la máscara (gafas) del agua que nos pueda entrar y sin tener que subir a superficie para realizar esta acción, y por último repasamos las señales para comunicarnos dentro del agua. Una vez finalizada la teórica, tocó vestirse de goma y cargar en un carro los equipos y dirigirnos hacia la playa donde realizamos el bautizo.

La verdad que, para las veces que he buceado desde que tengo el diagnóstico, he de reconocer que esta ha sido la vez que mas ayuda he necesitado, tanto para entrar en el agua como para salir de ella, y todo debido a las grandes  pìedras que hay en la playa en lugar de arena, debido al peso que llevaba y mi falta de equilibrio, me costó llegar al agua, pero lo conseguí, una vez dentro del agua todo vino rodado. Y fue en este momento cuando empezó de verdad el bautizo. Nuestros tres participantes se sumergieron y mientras que iban aleteando iban descendiendo progresivamente, poniendo en práctica la técnica aprendida para compensar la presión de los oídos. La verdad que, para no haberlo hecho nunca, no daba esa sensación. Iban avanzando bajo la atenta mirada de los guias y, cada vez que estos veian algo de interés, lo comunicaban al grupo, siempre con señales, para que pudieran disfrutar del momento. Vimos varios bancos de doradas, de otros peces que yo desconozco el nombre, un "caproig", una morena que sobresalia de un agujero y que nos miraba amenazadoramente, una escórpora y varias especies de flora. Después de unos 40' la experiencia llegó a su fin , y fue momento de salir del agua, y ahora agradecer a Natalia por la paciencia mostrada hacia mi, ya que esta vez le tocó a ella "cargar" conmigo. Una vez en el centro, con todo el material recogido y duchados, fue el momento de despedirnos del personal de Dive Center Palamós por su ayuda, comprensión y predisposición para acercar el mundo submarino al desconocido mundo de la Esclerosis Múltiple. 👌

Y nos fuimos a un bar que hay al lado del centro, donde cada uno explicó parte de su historia con la enfermedad, y.....no sé si hablo más de la cuenta pero antes de despedirnos dos personas me comentaron que no descartaban de hacer el curso de submarinismo de cara al año que viene!! FANTÁSTICO!!! Por cierto, 3 "amigos" de RRSS a los que ya puedo poner cara 😍.

Nos vemos el próximo año!!! 👋👋👋

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sábado, 6 de octubre de 2018

Bautizo en Begur 29.09.2018

Centro: Dofí Blau.
Instructor: Ramón Margalef.
Participantes: Agna Egea (@agna_laemnomepara), Neus Benítez(@neusbduran), Borja García    (@conEMsepuede) y Laia.

Esta primera edición de bautizos submarinos para afectados de Esclerosis Múltiple, empezaba su andadura en la cala Aiguafreda de Begur, una pequeña cala situada en la maravillosa y fascinante Costa Brava gironina. La hora de concentración era al las 09:00 h. ya en la cala. La "hazaña" de llegar a dicha cala se vio reflejada en el grupo de whatsapp, del bautizo, que creé para tal efecto 😀. "Es Aiguafreda o Aiguablava?", "Dónde estás?", "Subiendo un camino de piedra!", "No hagáis caso al GPS!!", en fin, como veis ... una odisea. Y por fin llegamos a la cala Aiguafreda.

Y fue el momento de ponernos "cara", ya que, aunque si que es verdad que ya habíamos interactuado entre nosotros con anterioridad, siempre había sido ha través de las RRSS. No nos habíamos metido todavía en el agua y ya habíamos sacado la primera cosa positiva de la actividad, el conocernos personalmente.

Y empezamos con la actividad propiamente dicha. Ramón, con una amplia experiencia en el mundo del submarinismo, tanto a nivel docente, o como instructor o como fotógrafo submarino ampliamente reconocido, empezó con la parte teórica del bautizo. Explicó en que consistía la equipación que mas tarde usarían nuestros intrépidos voluntarios, dio una breve pincelada de fisiología, como afecta la presión a nuestro organismo y como debemos reaccionar al notar dicha presión. También nos explicó como "hablar" debajo del agua, al no poder utilizar los sonidos habituales que usamos para comunicarnos, nos enseñó las señales básicas para podernos comunicar en el agua, y llegó el momento de enfundarnos en el traje de neopreno, ese traje tan transpirable y que facilita los movimientos fuera del agua, no sé si me me nota la ironía 😁.

Ramón entró en el agua y se colocó a unos 6-7 m. de la orilla y, uno a uno, cada vez que Ramón les daba el OK, se dirigían hacia él por superficie, y una vez se encontraban, les repetía las indicaciones para poder descender, y allí abajo se esperaban hasta que llegaba el siguiente. Cuando nos reunimos los 6, empezamos un "paseo" por el fondo marino de la cala Aiguafreda, un paseo que duró 66 minutos y en el que llegamos a descender hasta los 9 metros. Durante este tiempo pudieron sentir la ingravidez, y como eran de sencillos los movimientos con todo el peso que llevaban a sus espaldas, el que menos, 10 Kg. A cada participante le llevó su tiempo, diferente a cada uno, en poder controlar la flotabilidad, para evitar subir como un globo o hundirse como un plomo, conseguido eso, empezaba el disfrute que el mundo submarino nos ofrecía, varios bancos de peces que cruzaban por delante o por encima nuestro, sin hacernos sentir extraños. Llegó el momento de salir a superficie, por lo que la actividad llegaba a su fin. Una vez fuera del agua, nos hicimos la obligada foto con la pancarta de esclerobuzo para dejar constancia de la actividad. Una vez nos desprendimos de todo el equipo, pasarlo por agua dulce para evitar que se estropeara, secarnos y cambiarnos, y guardar todo el equipo, sin querello ni buscarlo, nos encontramos en medio de una conversación entre los 5 afectados y con Ramón como observador, sobre como fue nuestro diagnóstico y como fue nuestra "salida del armario" ya que Laia (nombre ficticio para preservar su intimidad), todavía no ha dado este paso, y problemas, incomprensión y aceptación por parte de la familia y amigos.

Una vez hecho el recordatorio de la jornada, solo podemos calificarla como muy positiva.

Nos vemos el próximo año!!!👋👋👋


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